martes, 19 de noviembre de 2013

Híbrida

El aroma arrastra recuerdos y estos a mi mente, que llevan a acciones que terminan en nada




Desde tiempos de antaño, la pequeña híbrida caminó a paso lento, oliendo, probando y viendo todo a su alrededor, tantos años revisó sus alrededores que quedó ciega al primer resplandor del sol, y poco a poco entregó su vida a esas largas praderas plagadas en verde que le hacían sonreír que olvidó su cometido. Saltó y saltó de una pradera en otra, conociendo todo lo que más podía, pero sin querer, cayó a un abismo que no tenía salida. Un híbrido como ella la sacó del lugar, a empujones hasta que la trajo a tierra firme, le agradeció con grandes sonrisas y con un cariño incondicional, que juró jamás borrar de su alma, pero siguió su camino y pudo notar que el mundo afuera, muy lejos de donde ella había estado, más allá de cualquier montaña y horizonte estaba su futuro, siempre le han considerado especial, pero ella misma lo sabe, y sabe lo mucho que aun puede seguir caminando y los miles de pasos que puede dar. Este es solo el comienzo para una nueva loba en el mundo actual que lentamente va convirtiéndose en adulta. Bienvenida vida y todo lo que traigas contigo, aceptaré cada uno de tus retos, sin bajar la mirada, sin lamentos, sin llantos, sin amarguras, sin ataduras. Para cada una de las personas que vayan cruzándose en mi camino, si salen dañados es a su propia conciencia.

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