Los encontró la noche caminando de la mano por entre los arboles, sigilosos, como si de dos criaturas se tratara. La luna brillando en las alturas, empujados por la brisa nocturna, risas y un abrazo cálido que se selló con un beso que despertó a los animales que llevaban dentro.
Cayeron en éxtasis en el más profundo que pueda existir,
perdidos en la nada cubiertos de ansías, dispuestos a beber el alma del otro en un suspiro.
La piel se asomó y la brisa fue cubriéndola lentamente y con cuidado
Ambos en sus propias mentes y en el cuerpo del otro,
comenzaron a saciar su hambre de pasión y juventud,
sus pieles se fusionaron y se convirtieron en una.
Como tales híbridos, los cánticos comenzaron a sonar
y a retumbar entre uno y otro, desesperados y sedientos.
Los aullidos nacían del centro de sus pechos,
como queriendo tomar vida propia y salir a revolotear.
Las estrellas sobre ellos, los arboles y la brisa cobijándolos,
el fiel guardián, la tierra, el aroma del lugar,
Todo, conspiró a favor de esta pareja.
Hasta que finalmente llegó la calma
y cayeron envueltos en mantos de besos y caricias.
<<Nadie jamás hubiese pensado, que en esas situaciones iban a estar personas tan diferentes, tan apartadas, tan desconocidas, que de la nada decidieron unir su alma y caminar paso a pasito un nuevo camino>>
Nadie sabe lo que prepara el destino a este par de híbridos,
Incluso si fuese para uno mismo, sigue siendo incierto.
La vida se construye, se vive y se disfruta.
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