<< El aroma que rodeaba el lugar era para hacer brotar sentimientos, de libertad, de inmensa paz, de conexión y conocimiento propio. Fue lo primero que se le vino a la cabeza en cuanto llegó al lugar. Alzó su vista al cielo y como nunca dejo que la brisa acariciara libremente su cabello, sonrió y siguió el camino del resto. El lugar estaba rodeado de arboles, de lado a lado crecían paredes de ellos, el suelo cubierto de tierra, plantas por aquí y por allá, pasto seco y maleza creciendo a la distancia, es algo que por mucho tiempo no había podido disfrutar, y mientras caminaba iba grabando en su mente para no olvidar jamás ese lugar y momento que sabia cambiarían su mundo>>
Así es como esta híbrida siguió su camino, arrasando hasta con el pueblo más pequeño
sin importarle consecuencia alguna, despejando su alma, manteniendo la calma, aferrándose simplemente a lo que su instinto le decía y parecía fuese lo correcto. <<Y como me equivoqué>> pero el mundo la vio caminar igual que siempre, a paso firme con la frente en alto y segura de lo que hacía y decía.
De pronto esta invitación llegó a sus oídos. El entusiasmo se le salía por los poros. Naturaleza al fin!, Aire, Tierra, nada de que preocuparse, solo caminar en paz y libertad -como siempre le había gustado-
En cuanto pisó la tierra y vio todo aquello a su alrededor supo que este sería el comienzo de algo nuevo.
Noches de juerga entre los conocidos, donde el alcohol y la comida abundaba,
las risas brotaban y repercutían en el cielo, las estrellas alumbraban sobre sus cabezas.
Los días eran eternos
Se recostaban bajo los arboles para descansar
de seguro, tanto beber les hacía parecer extraños entre sí,
o quizás más cercanos y amigos "como es común"
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*Y si, esta historia trata de un híbrido,
me lo encontré sin querer y en medio de toda la jarana*.
Estábamos en el mismo lugar, bajo el mismo cielo,
yo lo admiraba en secreto y sonreía.
Creo que cayó del cielo,
a pesar de lo que él pueda decir a su defensa.
Un híbrido capaz de tomar su comida de la naturaleza,
capaz de manejar un arco y una flecha,
capaz de hacerme sonreír de la nada,
y de sacar toda la dulzura que guardaba.
- Puede que no lo sepas, pero cambiaste todo, rompiste esquemas como nadie antes,
compartimos el mismo amor por la vida, entre otras cosas.
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