miércoles, 6 de junio de 2012

Animal

Y fue así como caminando entre la arena de aquella playa descubrió en el horizonte la figura celestial de dos hermosas criaturas, se lanzó al suelo rápidamente, sabía que no podría ocultarse por sus atuendos, pero al menos entre las rocas pensó que podría camuflarse al menos un segundo, a estas alturas sus ropas ya estaban hechas trizas y claramente se veían  a simple vista algunas partes expuestas de su cuerpo. La verdad es que al divisar aquellas figuras no pudo detenerse en seguir y seguir hasta llegar lo más cerca que pudo, "¿sirenas?", se preguntó casi con la boca abierta, eran extrañamente parecidas, sus cuerpos como confeccionados a mano y sus cabellos casi pulcros volaban libres al son del aire oceánico. Boquiabierta y muerta de sed se arrastró por entre las algas, intentando ocultarse de las criaturas, "si me acerco despacio, quizás al menos pueda atrapar a una de las dos", se dijo en voz baja, bajó su cabeza y con mirada desafiante comenzó a avanzar sin medir consecuencias, en sus bolsillos, solo quedaba restos de un dulce caramelo que había comido tiempo antes y con el cual había sobrevivido, lo tomó despacio, sigilosamente y preocupada de no asustarlas, lo lanzó a los pies de una y esperó a que lo viera; las criaturas con toda inocencia caminaban de un lado a otro, jugueteando entre ellas, riendo y cantando junto al ritmo de las olas, ella como tal lobo hambriento se quedó como mirándolas al asecho, esperó y esperó, pasaron las horas y ninguna de ellas veía ni olía el dulce aroma de su trampa, hasta que finalmente, cuando una de ellas comenzó a avanzar, la otra se quedó con los ojos clavados en aquel artículo que brillaba al sol y emanaba aquel dulce aroma que hizo "por curiosidad" acercarse poco a poco a ella; en cuanto la pequeña criatura se alejaba, la otra se acercaba cada vez más y más, la loba sonriente y llena de ansias se acerco a la pequeña con la excusa perfecta... "ayúdame, oh criatura perfecta, de aroma cautivante y cuerpo potente", la mujercilla la miró y no dudó, se acerco a ella y comenzó a cobijarla con su cuerpo, como si se conocieran de antes, como si algo la atrajera al animal. "¿Lo quieres?", le preguntó ansiosa, la criatura sin dudarlo y con los ojos brillantes de hambre le susurro "Dámelo", "¿No tienes miedo de que sea una trampa", le preguntó el animal, "No existen las trampas cuando un animal esta en peligro", le contesto segura y sonriente. Así fue como el animal se levantó de las rocas, la tomó entre sus brazos y la empujó, invitándola a caminar con ella, "Allá", le indicó con la mano, "detrás de las rocas, hay mucho más de este tesoro", le dijo el animal sonriendo entre dientes; la criatura sin dudarlo caminó y caminó siguiendo los pasos de la loba...
... Cuando el sol salió la mañana siguiente, la radiante loba miró a la criatura... ella aun dormida, se daba vueltas de un lado a otro presa del dulce sueño al que el animal la había sucumbido, saciada y contenta de su hazaña, la encerró en la cueva cubriéndola con algunas rocas y algas que se encontraban a la mano... Se lanzó al mar, se bañó en él y luego salió a tomar un poco de sol para secar sus heridas. Una vez repuesta, miró al horizonte, levanto su hocico y caminó sigilosamente moviendo sus caderas de un lado a otro, buscando el lugar exacto donde había encontrado a la criatura el día anterior, esta vez no quiso ocultarse y se dirigió de frente a la otra criatura, se acercó a ella y comenzó a entablar conversación.....


"Mira lo que tengo para tí, tu amiguita ya fue por un poco de esto, si quieres, puedo llevarte donde ella", le dijo susurrándole al oído mientras al fondo se oían las olas reventar a la orilla de la playa










                                        <<Que puedo hacer... el que animal nace, animal muere>>



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  Me estoy rindiendo, me duele respirar, me cuesta moverme, me duele el cuerpo de la pena que tengo. Se oculta por días, pero vuelve a apare...