El contraste de este verso es de oscuridad y pigmentos.
Hay mucho dentro que no quiere salir, pero hay una paleta completa de colores que puedes conocer.
Recuerdas el césped de ese día? Quizás no lo notaste, pero mis ojos se perdían entre lo que debía hacer y lo que quería hacer. Nos separaban un par de pasos y lo único que deseaba era atraparte entre mis brazos. Y qué tiene que ver el césped entre todo esto? Fue el mismo tono de verde que nos alumbró en penumbras mientras abrias tu boca para expresarme el rojo carmesí de tu corazón. No tengo que explicar mucho sobre eso... Ahí estabas.
Existen una variedad de recovecos mentales donde he ido guardando uno a uno los momentos que no vocifero. El anaranjado del cielo, el azul oscuro de la noche y el amarillo de la luna que entrelazaba nuestras historias. El calor del camino, tu mano sobre la mía y el arcoiris que explotaba en este corazón de metal. Una sola vía para ambos y la ruta nos aplaudía entre brillos y vaivenes.
Recuerdas la vista? Y cómo nos sentimos?
La ciudad nos hablaba y nos daba la bienvenida a un nuevo comienzo.
El aire, el agua, el cielo y la ciudad, todos conspirando a nuestro favor. Entre carcajadas sentimos ese nuevo comienzo.
Sientes las nubes bajo tus pies? O es que soy sólo yo quien flota?
Independiente de lo que exista al final del arcoíris te agradezco de traer de vuelta mi inspiración por esto pintar este lienzo al que tanto amo.
Debo agregar.
Escuché con atención cada una de las canciones que entonaste para mí aquel día, y a pesar de mantenerme firme debo decir que sentí como mis venas comenzaban a procesar esa información y comenzaban a bombear paso a paso los colores que estaban esparcidos en diversos lugares de mi universo.
Sabes y sé que nada es porque sí, todo tiene una explicación...
Nos unieron con un propósito
Disfruta el camino
Esto va ser el neón más brillante que hayas visto brillar en la oscuridad.
