Todos cuando somos niños tenemos algún amor, una profesora, un amigo, el hermano de tu amigo o quien sabe, todos tenemos a uno.
Este escrito va para ese amor de niñez, que se convirtió en mi amigo y en uno de mis principales apoyos en todo este proceso.
<<Las risas abundaban en nuestras bocas, lo recuerdas?, corríamos de un lado para otro junto a los demás, esas noches de verano cuando los cuadernos estaban ocultos o simplemente tirados en algún rincón de la casa. El olor al pasto mojado por las tardes cuando las abuelas salían a regar, las burbujas de jabón, los juegos típicos de la edad, el sol sobre el pavimento, el aroma de la libertad.
Cada vez que caminé a la casa donde viví en mi infancia, me acordé de todo aquello. De los dulces, de las risas, de los llantos también, de todo el montón que fuimos, de los cuales, ya no queda casi ninguno. Y para que decir, los amores de infancia. Mirando de reojo, los amores no concretados, las burlas del resto, nuestras madres jugandonos bromas, las salidas en bicicleta, el aire, todo.
Luego de muchos años y tantos cambios en nuestras vidas, solo quedamos tres.
Pero de los tres creo que destacamos dos, la enana y el mayor "por así decirlo"
Cuando las nubes lloraban a mares sobre mi cabeza y no hacían más que transformar todo en tormenta, tu apareciste, igual como cuando eramos niños. Llegaste para alegrar mis días y para ayudarme a respirar. No se que le hiciste a mi cabeza pero si le sirvió, y con el tiempo que calculaste para mi sanación tuviste toda la razón; respiré en calma esperando que todo pasara, hasta que llegó el momento exacto y si, me sané. Me siento libre y llena de fuerza para comenzar de nuevo, te lo agradezco y te lo voy a agradecer siempre por ser un amigo fiel y un tan buen compañero.
Ahora la vida nos vuelve a distanciar, y con justa razón. En el momento exacto creo yo.
Tu vida cambiará, y la mía otra vez también. Pero créeme que al final del camino seremos grandes, muy grandes y nos reiremos nuevamente de todas las estupideces que vimos, que conversamos y que hicimos juntos. Algún día tendremos la oportunidad de sentarnos junto al fuego y volver a conversar todas aquellas cosas que hicimos, de las que nos arrepentiremos o simplemente de las que llevaremos en nuestros corazones para siempre.
Te llevaré en recuerdos, en los más lindos.
Y de seguro, desde el cielo, tendremos a alguien que siempre nos quiso mucho y que te cuidará mucho mientras yo no esté.>>
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