Cuando te vi entrar a este lugar, dudé y mucho,
el dolor del pasado se cruzó en mi mente y me comenzó a carcomer por dentro,
pero necesitaba una palabra de aliento, un abrazo, y quizás un beso que liberara mi alma,
Obtuve solo lo primero. Y sirvió, claro que sí,
y el mundo se dio vueltas y terminé aferrándome a tí,
mostrandote quien era en realidad, olvidandome del pasado,
olvidandome de rencores, y no vi más que luz,
Intenté en este corto tiempo de hacer lo mejor que pude,
se que tu también, y que luchamos por esto.

Lentamente comenzamos a morir,
y aunque el tiempo no nos acompañó,
seguimos viviendo e ilusionandonos con un mañana,
que al final no llegó.

Y me duele tanto como la primera vez,
y quizás mucho más,
el dolor que se siente esta vez, es peor,
casi comparado al quiebre anterior,
terminé por perderte, quizás no directamente de tu corazón,
pero si del mío.

Obstinada y caprichosa a más no poder,
lo confieso, y te lo hice ver, tal y cual soy,
como si de un hilo de agua se tratara,
la tristeza se apodera de mi corazón,
y de seguro que ni cuenta te has dado.

Me dices que soy todo para ti,
dices pelear por ambos,
y te quedas ahi mirando
como si las cosas se solucionaran solas
sigues siendo el vivo ejemplo de mi pasado,
del mio propio.

Nada cambia, todo sigue,
tal y cual me tomaste,
destruida, quebrada y débil.

Las canciones me saben a hiel,
las palabras me chocan contra el cuerpo como cuchillas
y el cuerpo solo se debilita más.
Y vuelvo a caer en el abismo del que me recogiste,
lo intenté, pero no puedo.

Amar tanto y sentir que no vale nada.