martes, 3 de septiembre de 2013

Las cosas que te dije mientras dormías


Mientras el sol comienza a aparecer por mi ventana, mi dormitorio lentamente parece brillar, la luz traspasa suave entre las fibras de las cortinas y el frío cada vez más leve se aleja de mi nido. Es hora de dormir aún, pero la verdad es que hay algo que me está quitando el sueño, como ya lo ha hecho antes; en cierta forma ya terminé los quehaceres del día, al menos los matutinos, que no son muchos, pero no por eso menos importantes. Sabes si tuviese que volver a algún momento y ponerlo en equilibrio con este, sería las madrugadas de mi infancia, cuando corría muy temprano, tomaba un cassette y con un lápiz comenzaba a girarlo sobre mi cabeza para oír la plácida música que llenaba mis sentidos, puedo decir que hoy en día es lo mismo, más adulta, no del todo, es como cuando colocábamos la cinta en la radio y le dábamos al botón "play", y así el mundo comenzaba a girar, cada mañana. Tal cual como sucede en mi vida actual.






En cuanto la melodía baila en mis oídos y mi cabeza, parto proyectando lo que hoy me aqueja.






<<Si pudiese acariciar tu cabello en este momento, estaría formando círculos con la punta de mis dedos, y de seguro repasaría el contorno de tu rostro solo para sentir la textura de tu piel. Me acercaría a tus labios y te daría un beso que casi ni notaras. Luego me acostaría junto a tí y te observaría en silencio, solo para admirarte>> 

Yo sé que me escucharas entre sueños, y algo de esto se quedará en tí, pero para tu imaginación en este momento lo relataré.


*Sabes mi vida, los pájaros libres siempre tienen la opción de vivir y volar tan alto que de seguro sienten que tocan el cielo con sus alas, el sol los conforta y les da vida cada día, una vida nueva. Los pajaritos no tienen sentido del tiempo, ni de las distancias, ellos solo abren sus alas y vuelan con la corriente, que de por cierto es lo que has hecho con tu vida, vivir y disfrutar de lo que has tenido como todos. Luego de explicarte esto, me dirías, ¿entonces quieres que te suelte?, ¿quieres que te deje ir así?, pues todas las respuestas son las mismas, "No". Y te daré las justificaciones, "el tiempo que fuiste salvaje, libre y perfecto, corriste de aquí para allá buscando refugio, buscando una mano que te acariciara, y puedo jurar por mi instinto que más de una has de haber encontrado, dejaste que te cobijaran, quizás los vacíos fueron tan grandes como los míos, no lo sé. Cada uno habla e intenta explicar lo que lleva en su interior pero nunca es lo mismo que sentirlo por más que lo describas a cabalidad. Tuviste la oportunidad de mirar, de conocer, y de saber quien era bueno y quien no, yo, yo solo acepté todo lo que vino a mi, y por más caras que hiciera, o por más que no me gustara una situación debía acatarla. Recuerdo haber sonreído mucho, y también de guardar mucha tristeza tras las sonrisas, como todos, tal como lo haces tú. Fue un encierro a cadena perpetua y quizás mi vida, te de lo mismo, pero las personas estamos hechas a molde, por un pasado, por un presente y así vamos caminando hasta llegar a algún lugar. Me molesta sentir que soy culpable, no me gusta serlo, la diferencia mía al resto del mundo es que a pesar del temor a ser criticada, lo declaro libremente de igual manera. Prefiero ser criticada por cometer errores a que vengan a mi buscando motivos de crear algo que sea aún peor. La sinceridad es mi mejor don, y quizás el más traicionero de todos, porque sé que al darme la vuelta, las miradas me clavan cuchillos por toda la espalda. De cualquier forma, sabiendo el error que cometí, no me siento mal por esa persona, porque te vi a tí a cada instante, cruel quizás, nunca lo había sentido así, es extraño y confuso amar a un hombre así, más si esta dentro de tí pero tan lejos.

Lamentablemente yo puedo asegurar que tu cometes errores y yo ni idea tengo, pero es normal "supongo", como todos te aconsejan estupideces, y el hombre siempre debe ser hombre no importando la persona que este a tu lado ni lo que sienta. o simplemente he visto tanto a mi alrededor que no se donde estoy parada. Que es lo más probable en este momento. 


Confiar es algo de soñadores, creo. 
Así lo veo. 

Las cosas que quizás para tí son habituales, para mi son un cincuenta por ciento más difíciles.

Entregar amor tanto para tí como para mí es fuerte, visto, vivido. Pero lo hemos logrado.
Esta última semana contigo ha sido especial, donde más nos hemos unido y creo que donde más nos hemos conocido. 
Yo solo espero que  olvides mis enojos, que comprendas mis estupideces y perdones mis errores. Y que siempre quieras seguir por más*.















No hay comentarios:

Publicar un comentario

X

  Me estoy rindiendo, me duele respirar, me cuesta moverme, me duele el cuerpo de la pena que tengo. Se oculta por días, pero vuelve a apare...