Me quedé a dormir cerca del arroyo, me encantaba sentir el aire sobre mi rostro por las noches y escuchar el trinar de los pájaros por el día, pero fue aún más encantador cuando su cuerpo y el mío se transformaron en uno, incluso se escuchaban nuestros cantos hasta el amanecer, más allá de las miradas y de lo que afuera de ese lugar pudo haber. Despertar rodeada de flores fue lo más bello que pude vivir, navegar por su silueta y beber de sus labios hasta morir.
-Mírame a los ojos y dime que vivirás esto, de la misma forma que llegaste a mí... buscaste mis caricias, revelarlas al mundo seria lo más apropiado para nuestras mentes- , fue lo único que le susurré antes de partir
No me iré... Trataré de mantenerte en pie, y a mí también
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