Poco a poco siento cómo se quiebra mi alma, pero es bueno, es un despertar.
He estado ligada a este amor más tiempo del que pude imaginarme, pensé que luego de la primera vez, no dejaría que entraras a mis pensamientos; pero te di el espacio para que me quebraras una vez más. La diferencia es que hoy en día mi cabeza maneja mi cuerpo, más no mis sentimientos.
Tengo claro como debo proceder, ahora claramente nunca quieres saber el por qué
Lo que tú vives y sienten siempre ha sido prioridad, me has comparado una y mil veces contigo, y no somos personas, ni almas similares. En algún momento pensé que éramos el complemento perfecto. Pero no sientes, no entiendes, no empatizas, y con eso mismo, me demuestras lo mucho que no me amas.
A veces pienso que esto fue un capricho cumplido y nada más.
De lo que pasó el día de hoy, me dejo este escrito como testigo, ya que la mayor parte del tiempo me dejas de loca o mentirosa. Y creo que la mayor parte de mis lectores, y que han podido conocerme en la vida saben, que lo menos que hago es mentir.
No me dolió el hecho de que hayas escrito lo que escribiste, me di cuenta que esas palabras que quise para mí, jamás estarán. Pero para personas externas sí existen. Entonces si busco algo y lo pido constantemente, el error es mío. Por escoger a una persona que jamás me verá de esa manera.
Siento y creo que la mayor parte del tiempo deseas alejarme de tí y te prometo que no lucharé más con eso. Quizás sea verdad y tenga que dejar de pelear con el pensamiento de que se debe luchar hasta el cansancio, quizás simplemente y con ciertas situaciones uno deba renunciar.
He luchado hasta el cansancio con la idea de una pareja eterna que lucha contra viento y marea, pero si las molestias son continuas e incesantes. ¿Por qué he de luchar?
Te he pedido que mires quien soy, lo que soy, lo que necesito, lo que me hace mal. Y tu indiferencia sigue y sigue sin cesar. No conversas los problemas, me haces la ley del hielo, te valen todas mis necesidades. Entonces... sólo me queda abrir los ojos.
Será un proceso muy duro, pero llevo tiempo realizándolo. No te has dado cuenta como poco a poco voy perdiendo la fé. Porque ni siquiera lo puedes notar, si tu atención jamás está aquí.
Lentamente me voy despidiendo de nuestros sueños, o en verdad, exigencias que debo cumplir, ya que sin éstas no sirvo al lado tuyo. Y claro, no son mi futuro.
Ya no lo quiero vivir.