sábado, 24 de septiembre de 2022

D

Esto es la muerte en vida, ya no me quedan fuerzas. Cuando las constantes son periódicas te calan los huesos. Quisiera gritar y rasgarme la piel y la carne.

Hago funerales a diario, siempre antes de irme a dormir. Mato recuerdos y pretendo rogarle a Dios alivio absoluto. Pero nada sirve. 

El celeste cielo me acompaña, pero no me cobija, no me da el aire suficiente, me ahogo en mares de desesperación encarnada en el pecho. Destripo el alma y grito en silencio.

Soy tan transparente que se me salen las entrañas y tengo que escuchar opiniones que me calan las venas.

Cada día puedo un poco menos, cada día me muero un poco más, el silencio me acompaña y me llena de su vacío infernal que solo me hace pensar en espacios circumbirúmbicos y retóricos que me revuelven el alma.

Estoy cansada de caminar.




X

  Me estoy rindiendo, me duele respirar, me cuesta moverme, me duele el cuerpo de la pena que tengo. Se oculta por días, pero vuelve a apare...